MANEJO BÁSICO DE PECES EN LA CONSULTA
¿CÓMO TRANSPORTAR PECES AL VETERINARIO?
Siempre que se transporten peces, es importante hacerlo en un recipiente con agua de su mismo acuario. De esta forma, la calidad del agua y la temperatura no variarán tanto, siendo el transporte menos estresante para el pez.
La cantidad de agua ideal es litro de agua por cada centímetro de pez.
Si el desplazamiento no dura más de 1 hora, no es necesario un aporte de oxígeno. De lo contrario, será necesario introducir en el agua una piedra difusora con un aireador portátil.
Dado que una de las principales causas de enfermedad en los peces, son déficits en la calidad del agua, se recomienda presentar una muestra de la misma (aproximadamente 100-120ml) recogida justo antes del transporte.
Tanto el recipiente del pez como del agua, deben ser recipientes limpios, de plástico o cristal. Idealmente, que nunca hayan tenido contacto con tóxicos, ni jabones o que hayan sido aclarados muy bien.
¿QUÉ PARÁMETROS DEBEMOS TENER EN CUENTA?
En la actualidad, existen kits colorimétricos para la medición de algunos parámetros, permitiendo controlar la calidad del agua de manera fácil y rápida.
Si la muestra de agua va a ser analizada en menos de 1 hora, se puede mantener a temperatura ambiente. Si no, se recomienda su refrigeración.
Los parámetros básicos a controlar son:
-pH:
Los pH bajos pueden provocar daño en las branquias, entre otras patologías.-Temperatura: Cambios repentinos tan leves como de 0.5ºC pueden provocar alteraciones en la salud de los peces.
-Amoniaco y nitritos:
El amoniaco se produce por la descomposición de heces, comida y plantas. Las bacterias del sistema lo convierten en nitritos y estos en nitratos, que son usados por las algas, bacterias anaeróbicas y algunas plantas como nutrientes. El amoniaco y los nitritos son muy tóxicos para los peces y provocan alteraciones en las branquias e hipóxia por formación de metahemoglobina en la sangre. Por eso, es importante que los acuarios estén maduros antes de introducir ningún pez, es decir, que tengan una población de bacterias nitrificantes bien establecida.
-Salinidad:
Solo es necesario en los acuarios marinos o salobres.
-Oxígeno:
Varía con la temperatura y la salinidad, por lo que debería medirse en casa antes de venir a consulta. Puede ser perjudicial tanto en exceso como en defecto.
Otros parámetros a tener en cuenta:
-Cloro:
Se usa para destruir microorganismos patógenos y muchas veces está presente en el agua corriente. Cuando se une con el amoniaco se convierte en cloraminas. Estos compuestos provocan daño en las branquias y son tóxicos.
El resto de parámetros como dureza del agua, alcalinidad y ozono, no es necesario analizarlos de manera rutinaria.
¿QUÉ HACER CON UN PEZ EN CONSULTA?
ANAMNESIS:
Como en todo animal que se presente en consulta, es importante realizar una buena anamnesis. Existen una serie de preguntas básicas que debemos hacer al propietario:
-¿Cuándo apareció el problema?
-¿Hay más de un animal afectado?
-¿Desde hace cuánto se tiene el acuario? ¿y a los peces?
-¿Los individuos afectados muestran alteraciones en el comportamiento? Como rozarse contra objetos, boquear en superficie…
-¿Qué rutina de alimentación siguen? Cómo, cuándo y con qué se alimentan.
-¿Con qué frecuencia se realizan los cambios de agua?
-¿Qué tipo de sistema de filtración tiene?
-¿Qué tratamientos se han realizado en el agua?
-¿Han sido los peces tratados con anterioridad?
EXAMEN FÍSICO Y PRUEBAS DIAGNÓSTICAS
Dadas las particularidades de los peces, el examen clínico difiere respecto al resto de especies que estamos acostumbrados a ver en la clínica.
Lo primero que debemos hacer es observar si existen anormalidades en su comportamiento (se queda en el fondo del acuario, nada de lado, se mantiene girado, aumento en la frecuencia respiratoria…) o a nivel físico (celoma distendido, cambios en el color, irregularidades en las aletas, masas, opacidad en ojos, heridas externas…)
Para las siguientes pruebas diagnósticas, habrá que plantear la anestesia siempre que los procedimientos puedan causarle dolor, estrés o un empeoramiento de la patología.
Podemos tomar muestra de sangre de la vena caudal, situada en la zona medial del pedúnculo y realizar frotis sanguíneo, hematocrito e incluso bioquímica.
Se recomienda tomar biopsia de branquias y raspado cutáneo para descartar presencia de parásitos,hongos y bacterias patógenas. Además, el aspecto externo de las branquias, también puede ser indicativo de algunas patologías, por eso es importante examinarlas muy bien.
Bajo anestesia, se puede proceder a técnicas diagnósticas más específicas como la ecografía o la radiografía.
Recuerda que puedes consultar con nosotros todas tus dudas en el 963227304
¿CÓMO SE ANESTESIA A UN PEZ?
La mayoría de anestésicos utilizados en peces son productos que se diluyen en el agua.
Si queremos anestesiar a un pez para realizar pruebas diagnósticas no invasivas, debemos preparar un recipiente con agua (a ser posible de su mismo acuario o el agua de transporte) y mezclarlo con la dosis adecuada de anestésico. La dosis se calcula en base al volumen de agua en la que se diluirá.
Una vez preparado todo, se introduce el pez en el recipiente con anestésico. Mientras respira, hace circular el agua por sus branquias y el anestésico comienza a hacer efecto. Veremos que el animal pierde el equilibrio y comienza a girarse. En este momento, estará lo suficientemente sedado como para poder manipularlo. Siempre debemos monitorizar la ventilación, observando cómo los opérculos branquiales se abren y cierran con cada respiración. Si el animal está en un plano anestésico muy profundo o disminuye la frecuencia respiratoria, se puede rebajar la dosis anestésica añadiendo más agua al recipiente, hasta observar que se mantiene en un plano anestésico adecuado.
Para asegurar la ventilación y en actos clínicos que requieran más tiempo, se puede aplicar una corriente de agua directamente en la boca del pez, con la ayuda de una bomba.
Una vez finalizado el procedimiento, cambiaremos al pez a su recipiente original para que comience a filtrar agua sin anestésico y poco a poco despertarse. Si necesitamos estimular la respiración se puede mover suavemente al pez hacia adelante dentro del agua, favoreciendo así que el agua circule por sus branquias y comience a eliminar el anestésico.
Los anestésicos más utilizados en peces son: alfaxan, benzocaina, aceite de clavo, isofluorano, fenoxietanol, propofol y metanosulfonato de tricaína (MS-222).
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