A la hora de mantener un acuario es importante mantenerlo en un ambiente saludable y limpio, proporcionando a los peces una dieta equilibrada y asegurándose de que el agua del acuario se mantiene dentro de los parámetros adecuados para las diferentes especies.

En caso de detectar algún signo de enfermedad en los peces, se recomienda aislarlo en un tanque de cuarentena y buscar asesoramiento de un veterinario especializado en peces para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Algunas de las enfermedades más comunes en peces de agua dulce son las siguientes:

  • Parásitos:
    • Punto blanco (Ichthyophthirius multifilis): se trata de un parásito unicelular que se manifiesta en la piel y aletas de los peces en forma de un punteado blanquecino. Los peces se muestran inquietos, se frotan con las superficies y dejan de comer. Es muy contagioso y suele estar asociado a la introducción de ejemplares nuevos.
    • Gusano Lernaea: realmente es un crustáceo copépodo. Es un parásito que puede llegar a medir 1-2 centímetros e incrusta su cabeza en las escamas de los peces. Existen dos especies: Lernaea carassi, más común en peces de agua fría y Lernaea cyprinacea, en peces de agua caliente. Las principales causas de contagio son por introducción de peces o algas nuevos sin realizar cuarentenas y por mantenimiento inadecuado del agua del acuario.
    • Enfermedad del terciopelo: la pilularosis está causada por el parásito microscópico Oodinium pillularis. Debe su nombre a que los peces infectados manifiestan la piel de aspecto pulverulento con tonos grises y amarillos. Al igual que muchas otras patologías, la forma de prevenir el desarrollo de este agente es el control de los parámetros de calidad del agua y realizar cambios frecuentes de la misma.

 

 

  • Hongos:
    • Saprolegniasis: es una infección fúngica producida por el género Saprolegnia. Estos hongos crecen en heridas abiertas y producen necrosis del tejido. Los peces muestran comportamientos anormales, en su superficie se aprecia una textura algodonosa, nadan más lento y dejan de comer.
    • Existen otros géneros que producen sintomatología similar a la Saprolegniasis como el género Achlya, Branchiomyces o Ichthyosporidium.

 

  • Bacterias:
    • Podredumbre: provocado por infecciones bacterianas secundarias asociadas a pacientes inmunodeprimidos, lo cual puede ser sugestivo que algo en el ambiente no funciona correctamente. Las aletas se muestran deshilachadas y degradadas.
    • Exoftalmia: caracterizado por ejemplares a los que se le salen uno o ambos ojos de las órbitas y presentan anorexia. Originado en muchas ocasiones por septicemia bacteriana o tuberculosis (Mycobacterium). Presentación asociada a aguas deterioradas.

 

 

  • Virus:
    • Linfocistis (Lymphocystis): se caracteriza por el crecimiento de bultos en forma de coliflor. Su aparición está relacionada con episodios de inmunosupresión por estrés.
    • Viruela de la carpa: es un herpesvirus que afecta generalmente a las carpas y produce unos bultos rugosos de color blanquecino.

 

  • Vientre hinchado (Hidropesía):

Es una patología crónica en la que el abdomen se hincha por retención de líquidos y las escamas sobresalen del cuerpo en forma de punta. Las causas son diversas: mala calidad del agua, dietas inadecuadas o infecciones bacterianas o víricas.

 

  • Estreñimiento:

Es habitual confundir esta condición con la patología anterior. Los peces estreñidos muestran el abdomen abultado y dejan de comer. Suele producirse por sobrealimentación o dietas poco equilibradas.

 

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  • Enfermedad de la vejiga natatoria:

La vejiga natatoria es un órgano característico de los peces que consiste en una bolsa flexible llena de gas que se regula de contenido para controlar la flotabilidad. Los problemas asociados a la vejiga natatoria generan síntomas de descoordinación y pérdida de equilibrio, es frecuente el nado inverso.

Existen múltiples causas que pueden originar daños en la vejiga natatoria, algunas son:

  • Falta de control de los parámetros de calidad del agua
  • Infecciones bacterianas, parasitarias o víricas
  • Problemas genéticos (cruce de ejemplares emparentados)
  • Consumo de escamas secas
  • Compresión por otros órganos (estómago, hígado, riñones, huevos…)
  • Traumatismo